Y MAÑANA SERÁ USTED
Basta salir unos días de la rutina
del pueblo y adentrarse en otra ciudad algo diferente, digamos que
culturalmente distinta. Me refiero a Gijón, donde he estado pasando unos días. Una
ciudad como cualquier otra, cosmopolita donde las haya y con los mismos
problemas y situaciones anecdóticas que el resto.
Y, como no iba a ser menos,
me encuentro una de estas mañanas frías del cantábrico frente a la playa de
poniente, justo ante el edificio donde se sitúan los bajos de Terra Astur, un buen
restaurante de esta tierra. Pero la parte trasera de estos bajos no solo
alberga las cocinas y almacenes de este restaurante, no, ya que en su exterior habitan
varios seres de esos que conocemos como “sin techo”, de esos que duermen al
raso. No creo que haya que aleccionar a
nadie de la existencia y del drama de esta gente, pero sí cabe hacer una
reflexión profunda de vez en cuando para remover las conciencias. Esta mañana
he pasado junto a uno de ellos que ya había recogido sus bártulos y me ha
mirado fijamente a la cara para decirme solamente y solemnemente “y
mañana será usted”. Joder que sentencia. Lo cierto es que se queda
frío uno, solo con esa mirada y esa frase tan devastadora. Pero es cierto. Y es
bueno remover las conciencias para no caer en el dantesco escenario que nos
ofrece don Mariano. Sí, ese en el que todos los subalternos de marianín se
afanan en mostrarnos unas cifras en las que el paro bajo de forma estrepitosa,
suben las cotizaciones a la seguridad social de forma alucinante, los salarios
suben moderadamente, la prima de riesgo en mínimos históricos, es decir, que la
macroeconomía es un volcán que no para de escupir unas cifras que nos sitúan
como el motor de la economía europea. Ni que decir tiene que de la
microeconomía, esa que nos preocupa a la mayoría de los españoles, de esa ni
hay noticias ni se la espera. Que se pongan como se pongan ustedes no va a
haber crédito a las PYMES ni a las familias. Que no, coño, que ese dinero
prefieren invertirlo en comprar deuda de los países como el nuestro que deja
buenos réditos y está garantizado el cobro después de las reformas
constitucionales del artículo 135 de la constitución, que nos pactan los
mayores. Y me refiero a los partidos mayores, esos que se pasan el día
despotricando el uno del otro pero se ponen de acuerdo en menos que canta un
gallo para hipotecarnos con lo que ellos llaman la Unión Europea, la misma que
nos estruja a los países del sur en bien de la industria norteña. Pero quiero
aprovechar este escrito para ir un poco más allá y llegar a comentar lo que he
dado en llamar la subeconomía de este país. Para mí, esa ínfima economía es la que
acoge a aquellos colectivos que no tienen nada, pero lo que se dice nada de
nada. Esos mismos que solo pueden dormir a la intemperie y a los que solo les
queda la opción de pedir en alguna que otra esquina, esos privilegiados que
comen todos los días (o todos los que pueden) en esos restaurantes llamados
“comedores sociales”, en fin, esos como el que me dijo que mañana podría ser yo, vaya
tela. Porque estoy convencido de que los que andamos por el submundo de la
microeconomía hacia abajo no salimos de esta ni con brotes verdes ni con melocotoneros
bien hechos. Porque a Marianin y sus colegas habría que explicarles de una vez
que esto no se arregla con bajar el IRPF y algún que otro impuesto para el 2015
o subir medio punto las pensiones, porque las pensiones no van a subir ni 3€ de
media, Mariano, o es que no te lo ha explicado Montoro. Mira que si todo fuese
falta de comunicación…Y los lacayos provincianos intentando hacerlo bien… pero
vamos a ver chicos, si vuestros mayores no tienen ni idea de por donde les da
el aire,.. ¿Qué andáis haciendo vosotros? Creo que no os dais cuenta que la
cosa está podrida desde la cabeza y no os enteráis que, sin pensar en devolver
el poder al pueblo realmente, todo lo que se intente estará demás. Porque al
final es todo cuestión de falta de calidad…… ya sabéis. Amen.
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