BAILANDO
CON BOBOS
Desde aquel fatídico día en que esta
Comunidad se despertó siendo autónoma (aunque anteriormente también), hablando
de democracia, siempre ha sido a la que le ha tocado bailar con la más fea.
Creo que siempre hemos estado bailando con bobos, del cariz que tocara en ese
momento, pero bobos al fin y al cabo. Desde aquella frase tan manida del “café
para todos” que tanto se utilizó para justificar la legalización de los
cortijos autonómicos, desde ese infausto día, la suerte de esta comunidad ha
sido la de sufrir los peores políticos del elenco nacional.
Nunca he podido entender como se pudo
pasar de las mayorías absolutas del PSRM en las tres primeras legislaturas a
las amplias mayorías absolutas del PP desde entonces hasta la octava legislatura,
al igual que tampoco me explico la sinrazón de tanto aguante ante los casos de
corrupción y la escasa prosperidad de la región, al mismo tiempo que su casi
nula influencia en el panorama nacional. A pesar del enorme potencial en
sectores tan diversos, solo se oye el nombre de nuestra comunidad al grito de
“Murcia, que hermosa eres”. Nuestros gobernantes no han dado para más, que le
vamos a hacer. Desde Carlos Collado hasta nuestros días no recuerdo a ninguno/a
que no haya dejado más huella por sus malos actos que por su lucha al servicio
de la comunidad.