SEMANA… ¿SANTA?
Cierto es que uno no es nada beato, pero
nada de nada, pero eso sí, muy respetuoso con las tradiciones y costumbres de
los demás en la misma manera en la que pido que lo sean con las mías, sin más.
Por eso hay cosas que no entiendo y otras
que me producen vergüenza ajena, por no decir algo más duro.
Y es que entiendo, porque en mi familia siempre
se ha vivido así, que esto de la Semana Santa es una época de mucho
recogimiento y rezo hasta que culmina con el día grande de júbilo que supone el
domingo de resurrección. Y hay gente que lo vive de verdad, incluso algunos
hacen lo imposible por cumplir una promesa, por poder procesionar, mientras que
otros pueden aparecer por ahí por ser quienes son. Me refiero, concretamente, a
los miembros del ayuntamiento. Y, cómo no, a nuestra alcaldesa que encabeza eso
que se podría llamar un paso pero sin santo. Independientemente de los
beneficios que acarrea el cargo de edil, me gustaría centrarme en lo que es el
sentimiento puro y duro que entiendo debe acompañar a estos actos.
Nos situamos en Martes Santo, la primera
procesión oficial. En una primera foto observamos a nuestra querida alcaldesa
procesionando, como es lógico, a título personal, como una vecina más. Aunque
se observa un cuerpo extraño que se le acerca, sospechosamente, con un presunto
micrófono en mano. Pero no, no puede ser, esto es muy serio y aquí no caben
este tipo de frivolidades. Pero sí podía ser, sí. Cuando analizamos la segunda
foto vemos como aprovechan un parón, suponemos, para llevar a cabo una
entrevista. ¿Para qué? Pues para nada en especial ¿o sí? Quizás sí, porque no
tiene objeto preguntar por cómo va la Semana Santa sabiendo que te va a
contestar que todo muy bien y muy bonito, las tonterías de siempre.
De nuevo el mismo entrevistador, casi
las mismas preguntas y siempre las mismas respuestas, es decir, que hoy no
queda otra que salir en la foto sí o sí, que está la cosa tan mal que hay que
aprovechar la mínima ocasión para hacerse ver, demostrar que una sigue siendo
la punta de lanza en la lucha por la defensa de las tradiciones culturales.
Solo me cabe pensar que no queda otra cosa con la que presumir, nada que
inaugurar, exceptuando el gran fiasco de la colocación de la primera piedra del
nuevo centro cívico de no sé qué barrio que también acogerá las nuevas
dependencias policiales.
Y por todo eso se para la procesión, sí,
así de claro. Porque hay muchos testigos de ello. Mucha gente entendió que la
propaganda institucional estaba por encima del respeto y la aflicción que el
acto religioso conlleva. Esta es nuestra sita.
Os dejo el enlace por si es de vuestro
interés ver la “interesante entrevista”. Comienza en el minuto 14:05 y es
cortita.
Tampoco es cuestión de flagelaros ahora
que ya ha acabado la Semana Santa. Amén.
http://www.mapeka.es/blog/viernes-santo-noche-archena-2015.html
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