LOS PIOJOS DE DOÑA CELIA
Digo, doña
Celia, que esto de las plagas de piojos debe ser por falta de higiene y no por
falta de decoro, como usted parece confundir. El hecho de que esta legislatura
incluya personajes en el congreso que no sean de su agrado no quiere decir que
se vaya a contaminar el hemiciclo. A aquellos que muchos de ustedes consideran perro
flautas, seguramente les sobran tantas horas de ducha como de estudios. Tiene
que tener usted en cuenta que, exceptuando los mismos elementos que ocupan los
escaños del PP desde hace muchos años, las nuevas incorporaciones han elevado
el nivel académico una barbaridad. Cierto que una cosa no quita la otra, pero
no creo que haya que tenido que salir corriendo por algún tipo de plaga la señora
que mantiene su puesto por ser vos quien sois. No la persona más educada, no la
que mejor trata a su personal, no la que mejor cae en el PP, sino, quizás, el
personaje que hay que aguantar por ser la mujer del muñeco de cabecera de don
Rajoy. Quizás se haya sentido amenazada su señoría por la irrupción de gente
del pueblo en la que ustedes consideran la más alta institución de
representación, pero ¿de representación de quién? Más bien diríamos que, hasta
ahora, aquello parecía más la cueva de Alí Babá. Lo que no ha salido de su
bocaza ha sido la más minina palabra haciendo alusión a lo bonito que está ver
a su número dos por Segovia, sí mujer, don Pedro, mas conocido por Gómez de la
Serna, el comisionista “investigado” que se esconde por las alturas del
Congreso. Y no sabemos muy bien si lo hace para que no lo vea nadie o porque ha
montado allí, casi fuera de cámaras indiscretas, su oficina de reparto de
comisiones.
Porque, ya puestos, se debería proponer
u ordenar (que a usía le gusta más esto último), que se estableciera un control
de higiene a la entrada del hemiciclo, pero un control exhaustivo, sin coñas.
Me refiero a un a analítica de sangre y orina para evitar contagios
innecesarios, porque con estos perroflautas no se sabe, que todos beben a morro
de la misma botella, que son muy de compartir. ¿Controles de droga? No sé, no estoy
muy seguro, no vaya a ser que nos llevemos algún disgusto y pillemos al menos
indicado. También se podía instalar una sala de desinfección por la que
deberían pasar todos los miembros, los diputados me refiero, y así entrarían
todos impolutos a la sala y no habría ningún tipo de riesgo de contagio. Bueno,
especificando, no habría riesgo de contagio sanitario, porque sobre el riesgo
de contagio corruptible deberíamos tener otra consideración. O una ducha para
que la usen, antes de entrar al hemiciclo, esos guarros sudorosos que se han
empeñado en ir en bicicleta al curro, los muy ecologistas. Y, ahora, hablando
en serio, si es que puede ser posible escuchando su necia verborrea. Para
piojo, como animal parásito, con usted tenemos bastante. A usted sigue sin
caérsele la cara de vergüenza sabiendo que toda España es conocedora que pasa
sus tiempo en el trabajo entreteniéndose con video juegos, por ejemplo. O que
le da igual que la mayoría de los diputados ya hayan renunciado al uso del
coche oficial. Usted no, su señoría tiene de esclavo a Manolo. Y digo esclavo
porque usted trata a Manolo como lo hacían antiguamente con los esclavos.
Parece que para usted es una mierda de currito, uno más de esa estirpe que
ahora está invadiendo el cubículo donde solían hacer sus trapicheos y amenazan
seriamente la tranquilidad con la que ha vivido hasta ahora.
Espero ansioso el día en que Manolo
pueda hablar y nos cuente cómo es usía fuera de cámaras. Amén.
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