RIVERA MALO

RIVERA, MALíSIMO

Eso es lo que habrá dicho, presuntamente, Paquito, don Marhuenda, don tertuliano maratoniano, don poseedor de todas las verdades y el vocero mayor del reino, de su querido amigo Albert, don Rivera, el mejor machaca de don Mariano.

El mismo Alberto que se permite el lujo de intentar dar clases al resto de sus contrincantes políticos sobre transparencia y financiación de partidos. Me parece que se trata de los mismos chicos que infringieron la Ley Orgánica del Régimen Electoral General ya que utilizaron, presuntamente, las subvenciones públicas para mantener el funcionamiento del partido, el gasto corriente, claro. Dicen que Albert es muy listo, pero yo presumo que es lo justo para ir pasando el día. No estoy seguro de que se trate de un partido financiado por empresas del IBEX 35 o se financia legalmente con préstamos bancarios, aunque lo que sí dicen que es cierto, es que se han intentado financiar al estilo pitufeo, muy burdo.

Por otro lado, en cuanto a la transparencia que esgrimen, no hay más que ver las últimas informaciones, fidedignas, con pinchazos telefónicos y mensajes de texto, en los que queda muy claro cómo funciona su guardia pretoriana a la hora de confeccionar listas y colocar a sus coleguillas. La primera corruptela de la que se tiene conocimiento, por la cercanía me imagino, fue el chanchullo con la lista de la agrupación de Archena en las últimas elecciones locales. El centurión Argüeso, líder de las legiones de la zona del levante, con el consentimiento de su jefe, presuntamente, se entiende, a unos minutos de la finalización del plazo de candidaturas desautorizó la de Archena, sin más, por motivos que aún se desconocen. Viene a colación recordar que Emilio, don Argüeso, el ahora Secretario de la mesa de la Generalidad Valenciana, mantiene su plaza de Jefe de la Policía Local de Archena.

No hace mucho alguien comentó que algunos no hablábamos bien de Argüeso porque no lo conocíamos, y que razón tenía. Lo de Archena fue pecata minuta. Ahora sí que se le ha visto el plumero de verdad. Todos los candidatos elegidos en su territorio lo han sido con su consentimiento fuera cual fuera el método elegido para conseguirlo. En unos casos se elaboraban los censos de forma que estuvieran en cabeza los candidatos de la dirección, de forma que se incluían en esos censos afiliados militantes de otras poblaciones e incluso de otras provincias limítrofes. En otras ocasiones, cuando el chiringuito era más difícil de manejar, Argüeso, presuntamente, según sus declaraciones en una emisora de radio nacional, traspasa afiliados de otras localidades para “reventar el chiringuito” y dirigirlo a su antojo. Hay que tener en cuenta que a don Emilio le gustaba ser generoso y “agradecer”, presuntamente, con un buen puesto en las listas a aquellos ex militantes de UPyD que habían ayudado a reventar esa formación y traerse a algunos afiliados con ellos para apoyar a Ciudadanos.

A pesar de que llegaron a Barcelona muchas denuncias sobre estos casos, ninguna de ellas fue atendida o, al menos, no se depuraron responsabilidades. El colmo del esperpento en cuanto a transparencia y funcionamiento democrático se produjo con la visita de un grupo de militantes a la sede de Barcelona, aunque lo primero que hicieron fue personarse en las puertas del Parlamento Catalán y esperar a que don Albert llegara y se bajara de su taxi. Y ciertamente, allí mismo lo abordaron y le comunicaron las irregularidades aunque el jefe les dijo que estaba muy ocupado esa mañana y los remitió a la central donde, con muchas educación, no les hicieron ni caso. Para más delito, todo esto ha sido negado por el propio Alberto.

Creo que es más que sabido, al menos en los mentideros políticos, que al partido de Albert no quiere mucho ruido mediático a estas alturas, lógico. Pero, al menos, habría que pedir a estos señores, ya que no se depura ninguna responsabilidad, que  no coarten la libertad de esos miles de afiliados a su partido que quieren darse de baja del mismo, que se quieren ir porque no aguantan más esas corruptelas y abusos de poder, y que han dejado de pagar las cuotas más de seis meses como condición para recibir la baja definitiva del partido.

Transparente, demócratas y muy, pero que muy legales. Amén.